Los expertos en biología animal, explican las estrategias del combate que en la Naturaleza llevan a cabo dos los más grandes enemigos que pueden enfrentarse, a saber: la cobra y la mangosta, pequeño mamífero especializado en merendarse estos reptiles, auténticas reinas de la selva, pues ni los tigres ni los elefantes, se atreven con una serpiente que es la más grande de las venenosas y que tiene un veneno capaz de cargarse un paquidermo en pocos minutos.
Os recomiendo de verdad que os leáis el estupendo relato de Kypling sobre el tema, en el Libro de las Tierras Vírgenes.
El fin de la terrible serpiente viene dado porque, al parecer, la mangosta ve en cámara lenta los movimientos del ofidio y posee décimas de segundo, o milésimas ta vez, para anticiparse al movimiento de la serpiente. Después de ataques y más ataques, la mangosta suele imponer su ley mortal pues posee unos colmillos temibles, que darán buena cuenta de su venenosísimo adversario, que en caso de una "equivocación mínima", acabaría con la vida de la mangosta en brevísimos segundos.
Viene esta historia a cuento de la temible cobra de anteojos que gobierna España; sí, ese mismo, el Sr. José Luis Rodríguez y su adversario, el inefable Mariano.
¿Está en condiciones el segundo de vencer el combate? El akelarre que la izquierda montó este finde por orden de Rodríguez es devastador. Por golpista, y demuestra que esta cobra está dispuesta a lo que sea con tal de no abandonar la hura en la que tan feliz se haya.
¿Y qué tenemos en don Mariano? La estrategia de la compresa, que no se note, que no se mueva, que no traspase.
¿Es así cómo piensa desalojar al ofidio de la Moncloa?
¡Ay Mariano, Marianín....cómo te veo!
JavierFdzLagar
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